Muchas compañías, grandes
y pequeñas, utilizan software pirata en sus ordenadores, desde los que manejan
información sensible (financiera, de sus clientes, ¡incluso médica!). Esto no
es sólo una auténtica temeridad, sino que, en breve, podrá suponer incluso el
ingreso en prisión, ya que cuando entre en vigor el Proyecto de Ley Orgánica
por el que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código
Penal (el próximo mes de julio), las condenas dejarán de ser sólo de carácter
económico y se considerarán también un delito penal.
Según un informe
publicado el año pasado en nuestro país, más de la mitad de las compañías
españolas utiliza programas informáticos sin licencia. Ahora ya no hace falta
ni conseguir el CD pirata con el programa. Las descargas gratuitas desde
Internet han facilitado aún más la tarea de quienes quieren utilizarlos y de
quienes se dedican a distribuirlos. Casi la mitad de los programas informáticos
que se encuentran en los ordenadores de las empresas es ilegal.
Y en el resto del
mundo no es diferente. Según denuncia la BSA (Business Software Aliance),
organización mundial de defensa del software, la piratería en la empresa supone
uno de los mayores frenos para el crecimiento económico. En concreto, según sus
datos, el 44% del software utilizado por las empresas es pirata, lo que
equivale a un coste de 874 millones de euros. Estos datos son un 11% mayores
que la media europea. “Menos producción nacional, menos PIB, menos empleo”, son
algunas de sus consecuencias…
Pero lo que estas
empresas que utilizan software ilegal desconocen, o no quieren conocer, son los
riesgos reales a los que se enfrentan. Son fundamentalmente dos:
Seguridad de la
empresa, de la información que maneja y de la protección frente a ataques de
virus informáticos y malware (las compañías que usan software ilegal están
expuestas en un 73% a la pérdida de datos de negocio y en un 43% a tener fallos
críticos).Cuando hablamos de peligro en la seguridad de la empresa por uso de
software ilegal, nos referimos a riesgos de diversos tipos, como pérdida en la
seguridad del almacenamiento de información, falta de protección contra virus y
malware contraído al instalarlo, así como ausencia de actualizaciones de los
programas y de soporte técnico. La distribución de programas sin licencia se
está concentrando últimamente en el ámbito de Internet; su descarga desde la
Red está provocando infección por virus y código malicioso.
El coste del supuesto
ahorro. Realmente las empresas no están ahorrando por no adquirir los programas
necesarios para su negocio de forma legal. Actualmente existen fórmulas de
financiación adecuadas a cualquier bolsillo y, desde que la nube es una
realidad, se ha reducido mucho el coste de los programas, ya que no precisan
instalación local en los ordenadores de las empresas. Uno de cada tres usuarios
que solían adquirir programas legales para sus empresas en modo on-premise
(compra de la caja con el programa informático) se ha pasado ya al modelo de
“suscripción o adquisición” de licencias, tras haber constatado que el ahorro
de costes que le supone, la previsión financiera que le permite y la
flexibilidad que le proporciona a la hora de crecer en su negocio, le compensa
con creces.
Además de estas dos
razones, existen otras muchas que deberían hacer recapacitar al empresario que
utiliza software ilegal. Y es que su utilización puede llevarle no sólo a
“ensuciar” la reputación de su compañía y la suya propia, sino al duro trago de
pasar una temporadita “a la sombra”.
Cada vez son más frecuentes
las inspecciones, y las consecuentes sanciones económicas y penales, de
gobiernos y administraciones para hacer cumplir las leyes en este ámbito.
Existen ejemplos recientes de empresas u organizaciones sancionadas por este
motivo que, al ver las multas que les han sido impuestas, realmente hacen
recapacitar sobre la opción de piratear los programas informáticos.
Es el caso de un grupo
de compañías madrileñas que ha tenido que indemnizar a Microsoft con un total
de 262.800 euros, desde principios de 2007 hasta la fecha, después de haber
sido descubierto por los mistery shoppers de la compañía que estaban utilizando
software ilegal.
Un dato concluyente y
que comentábamos al principio de este post es el relativo a la nueva normativa
sobre el uso de software pirata. A partir de la fecha de entrada en vigor de la
misma, los administradores de las empresas estarán expuestos a penas de prisión
si en sus compañías se comete el delito de usar software ilegal y no pueden
demostrar que, antes de la comisión del delito, han “adoptado y ejecutado
eficazmente” un modelo de organización y gestión que prevenga dicho delito.
Ante este panorama,
¿realmente sigues pensando que merece la pena piratear las fuentes con las que
trabajas en tu empresa, con la información que manejas, e incluso con las que
te relacionas con tus clientes, poniendo en riesgo todo el trabajo e
infraestructura de tu organización?
Maganto, A. (12 de 06 de
2015). Con Tu Negocio. Obtenido de ¿Qué riesgos corre tu empresa por
usar ‘software’ pirata?: https://www.contunegocio.es/tecnologia/que-riesgos-corre-tu-empresa-por-usar-software-pirata/
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